Este artículo es un texto escrito por invitados adaptado de un vídeo de Dylan Gorman. Dylan profundiza en usos prácticos como el mapeo con drones, la fotogrametría y las inspecciones, proporcionando una visión clara de cómo estas herramientas de vanguardia están transformando diversas industrias. Puedes encontrar más trabajos de Dylan sobre la suya Canal de YouTube y su página web pilotbyte.com. Los lectores también encontrarán guías completas, reseñas de expertos y una perspectiva amplia sobre el panorama de drones en rápida evolución.
Si has oído que los drones DJI están a punto de ser prohibidos en Estados Unidos, puede que estés sintiendo una oleada de pánico. No estás solo. Muchos operadores de drones están preocupados y confundidos. Pero aquí tienes la verdad que necesitas oír ahora mismo.
No, tu dron DJI no va a estrellarse el 23 de diciembre.
DJI no está actualmente prohibido. Al menos, no todavía. Tu dron no dejará de funcionar el 23 de diciembre. No caerá del cielo. Esto no va a ser como en el año 2000, cuando la gente pensaba que todos los ordenadores de la Tierra se apagarían a medianoche del 1 de enero de 2000. Eso no ocurrió. Y esto tampoco.
Pero hay una razón por la que la gente está preocupada. Un mecanismo de prohibición por defecto muy específico está vinculado al 23 de diciembre. Esto ha generado confusión. La gente intenta reconstruir información de muchas fuentes diferentes. Parte de lo que oyen es cierto. Algunos se proponen. Y algo de eso no está ocurriendo.
Este artículo lo reúne todo en un solo lugar. Te explicaremos qué es real y qué no. Analizaremos los hechos sobre la FCC, la lista cubierta y lo que el Congreso está considerando. Exploraremos las preocupaciones de seguridad que dieron inicio a este debate. Examinaremos los esfuerzos de lobby en ambos bandos. Y te ayudaremos a entender exactamente dónde estamos las cosas hoy en día.
Descubrirás si tu dron está realmente en riesgo. Entenderás lo que realmente significa el 23 de diciembre. Y sabrás qué pasos prácticos puedes dar ahora mismo. Se trata de separar el miedo de la realidad y de proporcionarte la información clara que necesitas para tomar decisiones informadas como operador de drones.
Cómo regula la FCC las autorizaciones de drones y equipos
La propuesta de prohibición de los drones DJI está directamente vinculada a la FCC. Entender cómo funciona esta agencia es clave para comprender toda la situación.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) es una agencia gubernamental. Regula toda la infraestructura de comunicación en Estados Unidos. Esto incluye radio, televisión, internet, satélites y sistemas inalámbricos. La FCC no controla el espacio aéreo ni las normas de vuelo. Ese es trabajo de la FAA. Pero la FCC juega un papel crucial en la legalidad de si los drones pueden operar.
La FCC supervisa los componentes inalámbricos dentro de los drones. Esto incluye transmisores de radio, receptores y sistemas de transmisión de vídeo. Estas piezas se utilizan para el control remoto y las transmisiones de vídeo en directo. Sin ellos, un dron no puede funcionar correctamente.
Todo dron en Estados Unidos debe recibir una autorización de equipo de la FCC para operar legalmente sus sistemas de comunicación inalámbrica.
Esta autorización es necesaria antes de que un dron pueda ser vendido, comercializado o activado para uso legal. Si un dron carece de esta aprobación, no puede operar legalmente en Estados Unidos. Aquí es donde se hace evidente el poder de la FCC.
En 2021, la FCC creó la lista cubierta. Esta lista incluye empresas consideradas amenazas para la seguridad nacional. Empresas como Huawei y ZTE se añadieron a esta lista a principios de 2021. Las consecuencias son graves.
Una vez que una empresa está en la lista cubierta, la FCC tiene prohibido por ley aprobar cualquier producto nuevo de esa empresa. Por eso no hemos visto ningún producto de Huawei o ZTE desde 2021. La prohibición es automática. Sucede por defecto. Y es este mismo mecanismo el que podría afectar a los drones DJI.
Estado de DJI, implicaciones en la lista cubierta y el mecanismo de prohibición "por defecto"
La lista cubierta por la FCC no es solo una etiqueta de advertencia. Es una barrera legal con consecuencias reales. Cuando una empresa aparece en esta lista, significa que el gobierno la considera una amenaza para la seguridad nacional. Y los efectos son inmediatos y graves.
Una vez que una empresa está en la lista cubierta, la FCC tiene prohibido por ley aprobar cualquier producto nuevo de esa empresa.
Este es el punto clave. La FCC no puede aprobar nuevos equipos inalámbricos de las empresas incluidas en la lista cubierta. Sin excepciones. Sin negociaciones. La ley simplemente los bloquea.
Para DJI, esto crea una situación muy específica. Todos los drones DJI existentes que ya cuentan con certificación FCC siguen siendo legales para volar. Tu dron actual no se ve afectado. Puedes seguir usándolo. DJI también puede seguir soportando estos modelos antiguos por ahora. Las actualizaciones de software, las reparaciones y el servicio al cliente pueden continuar.
Pero esto es lo que cambia. DJI no puede introducir ningún dron nuevo en el mercado estadounidense. Tampoco pueden obtener aprobación para actualizaciones importantes de hardware que requieren nueva certificación FCC. Incluso pequeños cambios en componentes inalámbricos podrían necesitar una nueva aprobación. Y si DJI está en la lista cubierta, esa aprobación no llegará.
Piénsalo así. La FCC actúa como una TSA inalámbrica. Así como la seguridad aeroportuaria decide quién puede embarcar en un avión, la FCC decide qué dispositivos pueden operar en las ondas estadounidenses. Si una empresa es señalada como un problema de seguridad, sus nuevos dispositivos ni siquiera pasarán la puerta de entrada.
Por ahora, DJI no ha sido incorporado oficialmente a la lista cubierta. Pero está en la cuerda negra. Se enfrenta a lo que se llama un "mecanismo de prohibición por defecto". Esto significa que DJI podría añadirse automáticamente a menos que se tomen medidas para evitarlo. Ahí es donde entra el 23 de diciembre. Y por eso tanta gente está preocupada.
Solo hay dos formas en que DJI puede evitar este destino. Primero, DJI podría ser eliminado completamente de la consideración para la lista cubierta. En segundo lugar, a DJI se le podría conceder una exención específica. Ambas opciones requieren acción del Congreso o de la FCC. Sin uno de estos pasos, el baneo por defecto entrará en vigor. Y una vez que lo haga, no se aprobarán nuevos productos DJI para su uso en Estados Unidos.
Presión del Congreso, proyectos clave y la fecha límite de la NDAA
El impulso para restringir los drones DJI en Estados Unidos viene del Congreso. No es una decisión repentina. Es el resultado de crecientes preocupaciones sobre la tecnología china y la seguridad nacional. Estas preocupaciones han ganado el apoyo de ambos partidos políticos principales. Demócratas y republicanos por igual han expresado su preocupación por las empresas chinas que operan en áreas sensibles.
La representante Elise Stefanik ha sido una de las líderes más visibles de este esfuerzo. Ha apoyado varios proyectos de ley dirigidos directamente a limitar la presencia de DJI en el mercado estadounidense. Una de las leyes clave es la Ley para Contrarrestar los Drones del PCCh. Este proyecto de ley pretende designar a DJI como un riesgo de seguridad. Incluiría a DJI en una lista federal de restricciones. Una vez en esa lista, los futuros productos de DJI estarían bloqueados para obtener las aprobaciones necesarias para operar legalmente en Estados Unidos.
El argumento detrás de estos proyectos de ley es sencillo. DJI tiene su sede en China. Según la ley china, las empresas pueden verse obligadas a compartir datos con el Partido Comunista Chino. Los legisladores temen que los drones DJI que operan en entornos sensibles en Estados Unidos puedan crear vulnerabilidades. Temen que los datos recogidos por estos drones puedan ser consultados por el gobierno chino. Esto incluye imágenes de vídeo, datos de localización y patrones de vuelo.
Estos esfuerzos legislativos se unieron en la Sección 5949 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional del año fiscal 2023, conocida como la NDAA. Esta sección incluye un mecanismo muy específico. Fija como fecha límite legal el 23 de diciembre de 2025. Esta es la fecha que ha generado tanta confusión y preocupación en la comunidad de drones.
Si ninguna agencia estadounidense completa una revisión formal de seguridad de DJI antes del 23 de diciembre de 2025, la empresa será bloqueada para recibir nuevas autorizaciones, lo que resultará en una prohibición de facto de los nuevos productos de DJI.
Así es como funciona el mecanismo. A menos que una agencia estadounidense realice una revisión formal de seguridad antes de la fecha límite, DJI será automáticamente bloqueado para recibir nuevas autorizaciones de la FCC. Esto es a lo que se refiere la gente cuando lo llama "prohibición por inacción". No se necesita voto. No se requiere legislación adicional. El baneo ocurre por defecto si no se hace nada.
Los críticos de este enfoque lo califican de injusto. Argumentan que DJI está siendo castigado sin una revisión adecuada de las pruebas. Dicen que la carga de la prueba debería recaer en el gobierno para demostrar que DJI es realmente una amenaza. En cambio, la cláusula NDAA asume la culpabilidad salvo que se demuestre lo contrario.
Los seguidores lo ven de otra manera. Lo llaman una salvaguarda preventiva. Argumentan que esperar pruebas de daño podría ser demasiado tarde. Creen que bloquear a DJI ahora protege la seguridad nacional mientras se realiza una revisión adecuada. Señalan que otras empresas chinas, como Huawei y ZTE, ya han sido restringidas por preocupaciones similares.
La fecha límite del 23 de diciembre está a menos de un año. Aún no se ha completado ninguna revisión formal de seguridad. Ninguna agencia ha dado un paso adelante para llevar a cabo uno. Y sin esa revisión, se activará el mecanismo de prohibición por defecto. DJI se añadirá a la lista cubierta. Y no se aprobarán nuevos productos DJI para su uso en Estados Unidos.
Historia de seguridad — Investigación 2017, vulnerabilidades y respuesta de DJI
Las preocupaciones de seguridad en torno a DJI no son nuevas. Son de hace varios años. Un evento en particular amplificó estas preocupaciones y moldeó la conversación que estamos teniendo hoy.
En 2017, el investigador Kevin Fininser descubrió vulnerabilidades significativas en la infraestructura cloud de DJI. Sus hallazgos fueron serios. Incluían registros de vuelo sin cifrar, datos de usuario expuestos y claves de desarrollador a las que cualquiera podría haber accedido. No fueron pequeños descuidos. Eran debilidades técnicas en sistemas de las que dependían miles de usuarios cada día.
Fininser intentó informar de estos problemas a través del programa de recompensas por errores de DJI. Este es un proceso estándar en el que los investigadores de seguridad revelan problemas de forma privada a una empresa antes de salir a bolsa. Pero surgieron desacuerdos sobre los términos de confidencialidad. Al no poder llegar a un acuerdo, Fininser publicó sus hallazgos públicamente.
Su informe no afirmaba que DJI estuviera involucrado en espionaje, pero sí reveló varias debilidades técnicas que hipotéticamente podrían ser explotadas.
Esta es una distinción fundamental. Fininser no acusó a DJI de espionaje ni de conducta intencionada. Simplemente señaló que los sistemas tenían lagunas. Estas lagunas podrían, en teoría, ser explotadas por alguien con malas intenciones. Si eso alguna vez ocurrió es otra cuestión. Pero el potencial estaba ahí.
Estos hallazgos no quedaron ocultos en los informes técnicos. Posteriormente fueron citados en conversaciones con el Congreso, informes de política y debates sobre seguridad nacional. Los legisladores los utilizaron como prueba de que los sistemas DJI no tenían protecciones suficientes en ese momento. Esto fue especialmente preocupante porque los drones DJI eran ampliamente utilizados por departamentos de policía, equipos de infraestructuras críticas y unidades de respuesta a emergencias. Son entornos sensibles donde la seguridad de los datos es más importante.
Desde 2017, DJI ha realizado muchas actualizaciones. La empresa ha rechazado sistemáticamente las acusaciones de que representa una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. DJI sostiene que es de propiedad privada, no controlada por el gobierno. Ha afirmado repetidamente que no comparte datos con ningún gobierno, incluida China.
DJI también señala características que ha introducido para abordar preocupaciones de seguridad. Un ejemplo es el Modo de Datos Locales. Esta función desconecta completamente un dron de las comunicaciones externas. Garantiza que no se transmitan datos por internet durante el vuelo. También se han realizado auditorías de terceros. Estas auditorías no encontraron evidencia de transmisión forzada de datos ni de puertas traseras intencionadas.
DJI ha dado la bienvenida públicamente a una revisión completa de seguridad del gobierno de EE. UU. La empresa afirma estar dispuesta a cooperar con cualquier agencia que la lidere. Hasta la fecha, no se ha completado ninguna revisión de este tipo. Esto deja a DJI en una posición difícil. Su futuro en el mercado estadounidense no depende únicamente de una evaluación técnica. También depende de si el Congreso y los reguladores federales actúan antes de la fecha límite legal.
DJI ha dicho repetidamente que quiere transparencia y una evaluación basada en la evidencia. La compañía señala que nunca ha comercializado sus productos para uso militar. También establece que no recopila datos sin el consentimiento del usuario. Estas son palabras de DJI. Si son suficientes para satisfacer a los legisladores está por verse.
Lobby y dinámica industrial — Skydio, DJI e influencia
Tras bambalinas, el lobby ha moldeado gran parte de la conversación sobre DJI y la política de drones. Esta influencia viene de ambos lados. No es solo una empresa impulsando una agenda. Hay varios jugadores involucrados. Cada uno tiene sus propios objetivos. Y cada uno ha invertido recursos significativos para hacer oír su voz.
Skydio es uno de los principales fabricantes de drones de Estados Unidos. La empresa ha invertido mucho en la defensa de los intereses. Su enfoque está en la adquisición nacional prioritaria, estándares más altos de ciberseguridad y restricciones a los drones fabricados en el extranjero utilizados por agencias gubernamentales. Entre 2020 y 2023, Skydio gastó aproximadamente 1,7 millones de dólares en cabildeo tanto a nivel federal como estatal.
Un ejemplo de la influencia de Skydio puede verse en Florida. La defensa de la empresa contribuyó a restringir el uso de drones fabricados en el extranjero por las agencias policiales. Estas restricciones no se aplican a entidades privadas. Apuntan específicamente a los departamentos de seguridad pública. Skydio presenta públicamente su implicación como un esfuerzo por fortalecer la innovación estadounidense, mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro y garantizar tecnología segura para la seguridad pública y la defensa.
Skydio no ha pedido explícitamente una prohibición total de DJI. Pero las políticas que apoya naturalmente desplazan la demanda gubernamental hacia sistemas fabricados en Estados Unidos. Esto significa que la demanda se aleja de competidores como DJI. El efecto es claro. Cuando las agencias gubernamentales deben comprar drones nacionales, Skydio se beneficia directamente.
DJI ha respondido ampliando significativamente su propia presencia de lobby. Ante una creciente presión legislativa y regulatoria, la empresa ha intensificado sus esfuerzos en Washington.
Entre 2020 y 2024, la empresa gastó aproximadamente 7,4 millones de dólares en lobby federal, contratando a importantes consultoras de Washington, exempleados del personal del Congreso e incluso a la exfiscal general de Estados Unidos Loretta Lynch.
Es una inversión considerable. DJI ha contratado a importantes consultoras de Washington. Ha incorporado a antiguos empleados del Congreso que entienden cómo avanza la legislación en el Congreso. Incluso ha reclutado a la ex fiscal general de Estados Unidos Loretta Lynch. Son nombres de alto perfil con profundas conexiones en el gobierno.
DJI también ha apoyado a la Drone Advocacy Alliance. Este grupo moviliza a operadores de drones que dependen de los productos DJI. Se opone a las restricciones propuestas. La alianza sostiene que una prohibición perjudicaría a miles de pequeñas empresas, equipos de emergencia y profesionales que dependen de los drones DJI para su trabajo.
El resultado es una batalla de lobby en dos frentes. Por un lado, Skydio y otros fabricantes nacionales impulsan políticas que favorecen los drones fabricados en Estados Unidos. Por otro lado, DJI y sus seguidores luchan por mantener abierto el acceso al mercado estadounidense. Ambas partes afirman que actúan en interés público. Ambas partes han gastado millones de dólares para defender su argumento.
Esta dinámica plantea preguntas importantes. ¿Cuánto del impulso para restringir DJI se basa en preocupaciones reales de seguridad? ¿Y cuánto está impulsado por intereses competitivos? La respuesta probablemente sea una mezcla de ambos. Pero está claro que el lobby ha jugado un papel fundamental en la configuración del debate. Y seguirá influyendo en lo que ocurra a continuación.
Reacción de la comunidad — Industria dividida, pros y contras, y la demanda de evidencia
La comunidad de drones está profundamente dividida por la posible prohibición de DJI. Las reacciones varían mucho dependiendo de a quién preguntes. Los operadores comerciales, cineastas independientes, aficionados y pequeñas empresas suelen tener una sola opinión. Los contratistas de defensa, las agencias de seguridad pública y los analistas de seguridad nacional suelen tener otro. La división no es solo política. Se trata de realidades prácticas, impactos económicos y qué pruebas existen realmente.
Muchos operadores comerciales, cineastas independientes, aficionados y pequeñas empresas consideran DJI la solución más capaz y rentable disponible, y ven la prohibición como motivada políticamente, económicamente disruptiva o sin pruebas claras.
Muchos de los que se oponen a la prohibición señalan un hecho sencillo. No hay pruebas definitivas de que DJI haya hecho un uso indebido de datos o realizado espionaje en nombre del gobierno chino. Argumentan que la política debe basarse en pruebas, no en suposiciones. Sin pruebas claras de irregularidades, consideran la prohibición injusta. También les preocupan las consecuencias económicas. Miles de empresas dependen cada día de los drones DJI. Estos drones se utilizan para inspecciones, cartografía, realización de películas, agricultura y respuesta a emergencias. Perder el acceso a nuevos productos DJI obligaría a muchos operadores a optar por alternativas más caras. Algunos temen que no puedan permitirse esas alternativas en absoluto.
Por otro lado, los partidarios de la prohibición tienen una visión diferente. Entre ellos se encuentran algunos contratistas de defensa, agencias de seguridad pública y analistas de seguridad nacional. Estos grupos creen que es más seguro alejarse de los sistemas fabricados en el extranjero ahora, antes de que los riesgos teóricos se hagan reales. Argumentan que esperar pruebas de daño podría ser demasiado tarde. Señalan el hecho de que la ley china permite al gobierno obligar a las empresas a compartir datos. Aunque DJI no haya sido descubierto haciéndolo, existe el potencial. Para estos partidarios, se aplica el principio de precaución. Más vale prevenir que curar.
Pero incluso entre los partidarios de las restricciones, hay un reconocimiento de un problema. Los sistemas domésticos suelen ser más caros, menos capaces o menos maduros que los equivalentes de DJI. Esto crea un dilema. Si DJI es prohibido, ¿qué lo reemplazará? ¿Serán asequibles esos reemplazos? ¿Satisfarán las necesidades de los operadores que dependen de funciones avanzadas como evitar obstáculos, tiempos de vuelo largos y cámaras de alta calidad? Estas son preguntas reales sin respuestas fáciles.
Hay un área en la que muchos de ambos bandos están de acuerdo. La necesidad de pruebas claras y una revisión formal de seguridad. Muchos en la comunidad, independientemente de su postura sobre la prohibición, creen que decisiones de esta magnitud deberían basarse en evaluaciones transparentes. Quieren ver los datos. Quieren saber qué riesgos son reales y cuáles son teóricos. Quieren un proceso justo, abierto y basado en hechos. Hasta ahora, no se ha completado ninguna revisión de este tipo. Y sin ella, el debate sigue estando más impulsado por suposiciones y presión que por pruebas sólidas.
La perspectiva del presentador — Elección privada frente a contratación pública
El debate sobre los drones DJI ha generado confusión. Muchos operadores no saben dónde se posicionan. Algunos se preguntan si deberían entrar en pánico. Otros se preguntan si deberían actuar ahora. Pero la situación requiere una visión equilibrada. Requiere separar lo que el gobierno debería hacer de lo que los ciudadanos privados deberían poder elegir.
Uso gubernamental: una decisión lógica de seguridad
Desde el punto de vista de la seguridad nacional, la posición del gobierno federal tiene sentido. Las agencias gubernamentales gestionan operaciones sensibles. Trabajan con información clasificada, infraestructuras críticas y fuerzas del orden. En estos entornos, el origen de la tecnología importa.
Rusia no utiliza sistemas fabricados en Estados Unidos para trabajos sensibles. China tampoco. Entonces, ¿por qué Estados Unidos debería confiar en drones fabricados en el extranjero para sus operaciones más críticas? Es una pregunta justa. Es razonable que el gobierno quiera controlar las herramientas que utiliza en defensa, inteligencia y seguridad pública.
La transición a sistemas construidos internamente para trabajos militares, policiales e infraestructuras críticas es la decisión correcta. Reduce las posibles vulnerabilidades. Apoya la manufactura estadounidense. Y le da al gobierno más supervisión sobre la tecnología de la que depende. No se trata de prohibir DJI por completo. Se trata de tomar decisiones inteligentes para casos de uso sensibles.
Sector privado: El caso a favor de la libertad de elección
Pero aquí es donde la situación se complica más. Las decisiones de contratación pública no deberían dictar automáticamente lo que los operadores privados pueden utilizar. Empresas privadas, cineastas independientes, aficionados y pequeñas empresas operan en un mundo diferente. No están gestionando datos clasificados. No están sobrevolando bases militares. Inspeccionan tejados, filman bodas, cartografian obras y realizan estudios agrícolas.
Necesitamos separar las decisiones de seguridad a nivel gubernamental de la libertad de elección del sector privado.
Así como los estadounidenses tienen la libertad de elegir los teléfonos o ordenadores que quieran comprar, también deberían tener la libertad de elegir los drones que quieran operar. Especialmente en el sector privado. El gobierno puede establecer sus propias normas de contratación. Pero obligar a los operadores privados a cambiar de sistema es otro asunto completamente distinto.
La realidad financiera para los operadores privados
Muchos operadores privados han invertido fuertemente en sistemas DJI. Algunos han gastado decenas de miles de dólares. Otros han invertido aún más. No son compras casuales. Son decisiones empresariales. Los drones son herramientas que generan ingresos. Forman parte de un ecosistema más amplio que incluye baterías, controladores, software, formación y flujos de trabajo.
Cambiar a otra plataforma no es sencillo. Es caro. Un sistema comparable fabricado en EE. UU. puede costar entre 10.000 y 20.000 dólares o más. Para una operación grande, eso podría ser manejable. Pero para una pequeña empresa o un operador independiente, supone una carga financiera seria. Y no es justo imponer esa carga a la gente simplemente porque el gobierno quiera cambiar lo que usa internamente.
Un enfoque equilibrado
El enfoque correcto separa estos dos mundos. El gobierno debería sin duda avanzar hacia sistemas internos para operaciones sensibles. Es una decisión de seguridad razonable. Pero los operadores privados deberían mantener la libertad de elegir las herramientas que mejor funcionen para su negocio. Mientras no trabajen en contratos gubernamentales sensibles, no deberían estar sujetos a las mismas restricciones.
Aquí es donde debería centrarse la política. Crear reglas claras para la contratación pública. Apoyar el crecimiento de los fabricantes nacionales de drones. Pero no impongas prohibiciones generales que castiguen a ciudadanos y empresas por elegir herramientas rentables y capaces. Ahí es donde debe trazarse la línea.
Consejos prácticos para operadores privados
Si eres un operador privado, esto es lo que deberías hacer. Primero, evalúa tu propio riesgo. ¿Trabajas con datos sensibles? ¿Estás volando cerca de infraestructuras críticas? Si no, probablemente tu perfil de riesgo sea bajo. Segundo, presupuesta para la redundancia si puedes. Tener un sistema de respaldo de otro fabricante te da flexibilidad. También te protege si cambian las normativas. Tercero, mantente informado. Sigue las actualizaciones de la FCC, el Congreso y grupos industriales. La situación está evolucionando. Y cuanto más sepas, mejores decisiones puedes tomar.
La conclusión clave es esta. Las decisiones de seguridad a nivel gubernamental son importantes. Pero no deberían anular automáticamente la libertad de elección del sector privado. Ambos pueden coexistir. Y ambos deben ser respetados.
La fecha límite del 23 de diciembre, la realidad actual y las decisiones inmediatas
El 23 de diciembre se acerca rápido. El panorama de los drones en Estados Unidos podría ser muy diferente de cara a 2026. Pero ahora mismo tienes opciones. Y necesitas entender qué es real y qué puedes hacer realmente.
Los sistemas existentes siguen siendo legales
Esto es lo más importante que necesitas saber. Si la prohibición de facto entra en vigor tal y como está redactada actualmente, los sistemas que compres ahora seguirán funcionando perfectamente y podrán seguir volando. Esto no es especulación. Así es como funciona el mecanismo.
Todo lo que ya esté en Estados Unidos permanece intacto.
La prohibición propuesta está dirigida a nuevas autorizaciones de la FCC. No apunta a drones que ya están autorizados y en circulación. Piénsalo. Ya hay más de medio millón de drones DJI en uso en todo Estados Unidos. Estos drones no van a dejar de funcionar de repente. No se romperán a medianoche como un botón de reinicio del año 2000. Así no funciona esto.
Históricamente, la FCC nunca ha revocado retroactivamente autorizaciones activas. Aunque la agencia recientemente obtuvo el poder para hacerlo, dejar en tierra medio millón de drones sería enorme y evitable. Muchos de estos drones siguen siendo utilizados a diario por los primeros intervinientes, inspectores y pequeñas empresas. Cerrarlos todos crearía caos. Perjudicaría la seguridad pública. Y se enfrentaría a enormes desafíos legales y prácticos.
Compra antes de la fecha límite
Si te preocupa el futuro, ahora es el momento de actuar. Los sistemas adquiridos antes del 23 de diciembre deberían seguir siendo legales para funcionar. Esto incluye modelos de consumo como el Mini 5 Pro y el Neo 2. También incluye modelos empresariales como el M400. Estos sistemas cuentan con la autorización de la FCC ya en vigor. Una vez concedida esa autorización, permanece con el dispositivo.
Muchos operadores están realizando compras ahora para asegurar su equipo antes de la fecha límite. Este es un paso práctico. Te da las herramientas que necesitas sin esperar a ver qué pasa. Si el baneo entra en vigor, seguirás teniendo acceso a los sistemas de los que dependes. Si la prohibición se retrasa o se evita, tendrás el equipo más moderno de todas formas.
Al comprar, considera trabajar con un proveedor de confianza. Proveedores fiables garantizan que recibas sistemas con la documentación adecuada, soporte en garantía y entrega puntual. Esto importa más que nunca a medida que se acerca la fecha límite. Quieres prueba de compra. Quieres confirmar que tu sistema fue autorizado antes de que entren en vigor las restricciones.
Haz inventario de tu equipo actual
Haz balance de lo que ya posees. Haz una lista de todos los drones, mandos, baterías y accesorios DJI que tengas. Documenta los números de serie. Guarda tus recibos. Guarda el comprobante de compra y la certificación FCC. Esta documentación puede ser importante si surgen dudas más adelante sobre cuándo se adquirió tu equipo.
Si dependes de los sistemas DJI para tu negocio, considera si tienes suficiente redundancia. ¿Tenéis drones de respaldo? ¿Tienes baterías y mandos de repuesto? ¿Tienes las piezas necesarias para mantener tus sistemas funcionando durante los próximos años? Ahora es el momento de cubrir esos vacíos.
Mantener el firmware y las actualizaciones
DJI no ha indicado que dejará de dar soporte a los sistemas existentes. Las actualizaciones de software, reparaciones y atención al cliente deberían continuar para los drones ya en circulación. Pero sigue siendo inteligente mantenerse al día. Asegúrate de que tu firmware esté actualizado. Descarga las últimas versiones de las apps de DJI. Guarda copias del software y manuales por si el acceso se limita en el futuro.
El Modo de Datos Locales es otra función que merece la pena entender. Este modo desconecta completamente tu dron de comunicaciones externas. Garantiza que no se transmitan datos por internet durante el vuelo. Si la privacidad o la seguridad son un problema, este modo te da control total.
Considera planes de garantía y soporte
Si compras sistemas nuevos ahora, considera la garantía extendida y los planes de soporte. Estos planes pueden proporcionar reparaciones, sustituciones y asistencia técnica durante años. Si los nuevos productos DJI dejan de estar disponibles después del 23 de diciembre, contar con un plan de soporte sólido será aún más valioso.
Algunos proveedores ofrecen servicios adicionales como soporte prioritario, envíos acelerados y formación. Estos servicios pueden marcar una gran diferencia si dependes de tus drones para obtener ingresos. Te dan tranquilidad. Y te ayudan a seguir volando incluso si el mercado cambia.
La conclusión
La fecha límite del 23 de diciembre es real. Pero eso no significa que tus drones actuales dejen de funcionar. No significa que tengas que entrar en pánico. Significa que deberías actuar ahora si quieres asegurar nuevos sistemas antes de que entren en vigor posibles restricciones. Haz un inventario de tu equipo. Prioriza las compras si te preocupa. Mantén tu firmware y las actualizaciones. Y documenta todo. Estos son pasos prácticos que puedes tomar hoy para proteger tu inversión y tu negocio.
Los tres resultados realistas: prórroga, desinversión o prohibición
La fecha límite del 23 de diciembre es real. Pero lo que ocurre a continuación no está escrito en piedra. Hay tres resultados realistas. Cada uno conduce a un futuro diferente para los operadores de DJI en Estados Unidos. Comprender estos resultados te ayuda a prepararte. Te ayuda a tomar decisiones inteligentes. Y te ayuda a planificar lo que puede venir después.
Así que, en realidad, hay tres posibles resultados aquí.
Resultado A: Prórroga del plazo
La primera posibilidad es que el plazo se alongue más. El gobierno ha retrasado plazos como este antes. Podría volver a pasar. Esto permitiría tiempo para una revisión real de seguridad en lugar de un baneo automático por defecto.
Una prórroga daría a las agencias federales la oportunidad de realizar una evaluación adecuada. Permitiría a DJI presentar pruebas. Daría tiempo al Congreso para revisar los hallazgos y tomar una decisión informada. Este es el resultado que muchos en la comunidad de drones esperan. Evitaría una decisión precipitada basada en suposiciones en lugar de hechos.
Si esto ocurre, los operadores deben vigilar de cerca los anuncios. Estate atento a las actualizaciones de la FCC, el Congreso y grupos industriales. Pospone las inversiones importantes hasta que surja claridad. Una prórroga da tiempo. Pero no resuelve el problema de forma permanente. La revisión aún podría concluir que DJI supone un riesgo. O podría limpiar la empresa. En cualquier caso, una prórroga significa que la situación permanece incierta durante más tiempo.
Acciones recomendadas del operador para el Resultado A:
- Supervisa los anuncios oficiales de la FCC y el Congreso.
- Pospone las inversiones importantes en equipos hasta que se aclare la claridad.
- Sigue usando los sistemas existentes sin preocuparte.
- Mantente conectado con los grupos del sector para recibir actualizaciones.
Resultado B: Modelo de Desinversión (al estilo TikTok)
La segunda posibilidad refleja lo que ocurrió con TikTok en 2025. TikTok evitó una prohibición nacional en Estados Unidos al aceptar una desinversión forzada. Trasladó sus operaciones estadounidenses a una nueva entidad controlada por Estados Unidos. Esta entidad tiene la mayoría de la propiedad estadounidense, servidores con sede en EE. UU. y supervisión de un proveedor de juntas y de la nube estadounidense. La medida eliminó efectivamente las preocupaciones de seguridad nacional ligadas al control extranjero. Pero permitió que la plataforma permaneciera disponible en Estados Unidos.
DJI podría seguir un camino muy similar. Podría establecer una filial verdaderamente con sede en Estados Unidos y la mayoría de los estadounidenses. Podría reasignar datos, supervisión de firmware y cumplimiento de comunicaciones por radio a territorio estadounidense. Podría crear un cortafuegos entre la empresa matriz china y todos los sistemas de código y telemetría de fabricación estadounidenses.
Una estructura así daría al gobierno de Estados Unidos la supervisión que exige. Permitiría que el hardware DJI siguiera operando legalmente en el mercado estadounidense. Muchos creen que esta sería la jugada más inteligente para DJI. Evitaría la coincidencia de ego que ambos países están jugando actualmente. Y protegería a los miles de operadores atrapados en medio.
Si este resultado se produce, los operadores deben evaluar cuidadosamente los cambios de cumplimiento. Estate atento a las recertificaciones de productos. Los nuevos modelos pueden requerir autorizaciones actualizadas de la FCC bajo la nueva estructura. Los sistemas existentes deben permanecer intactos. Pero las compras futuras pueden implicar procesos o marcas ligeramente diferentes.
Acciones recomendadas del operador para el Resultado B:
- Evalúa los cambios de cumplimiento y la nueva estructura de propiedad.
- Estate atento a recertificaciones de productos y autorizaciones actualizadas de la FCC.
- Entiende cómo pueden cambiar el manejo de datos y las actualizaciones de firmware.
- Sigue usando los sistemas existentes con confianza.
Resultado C: Prohibición total (de facto)
La tercera posibilidad es que nada cambie. No se concede ninguna prórroga. No se negocia ninguna desinversión. La fecha límite del 23 de diciembre ha pasado. Y se activa el mecanismo de baneo por defecto. Esto significa que no se pueden comercializar ni vender nuevos sistemas DJI en Estados Unidos.
Este es el escenario que más preocupa a los operadores. Pero incluso en este caso, los sistemas existentes siguen siendo legales para volar. La prohibición se dirige a nuevas autorizaciones de la FCC. No ataca drones ya en circulación. Tu equipo actual no dejará de funcionar. DJI puede seguir dando soporte a los modelos existentes. Las actualizaciones de software, reparaciones y atención al cliente deberían continuar.
Pero el futuro se vuelve mucho más difícil. DJI no puede introducir nuevos modelos. No puede obtener aprobación para actualizaciones importantes de hardware. Con el tiempo, la tecnología envejecerá. Los competidores se pondrán al día. Y los operadores se enfrentarán a la presión para migrar hacia alternativas nacionales.
Si este resultado ocurre, los operadores deben planificar cuidadosamente las migraciones. Presupuesta para reemplazos. Evalúa alternativas nacionales para flujos de trabajo críticos. Considera la sostenibilidad a largo plazo de tu equipo. Y toma decisiones basadas en las necesidades específicas de tu negocio.
Acciones recomendadas del operador para el Resultado C:
- Planifica migraciones a plataformas alternativas si es necesario.
- Presupuestar los reemplazos y evaluar las opciones domésticas.
- Evalúa qué flujos de trabajo son más críticos y prioriza en consecuencia.
- Mantener los sistemas DJI existentes mientras sigan funcionando y con soporte.
Lista de verificación comparativa para cada resultado
Sea cual sea el resultado que ocurra, los operadores deben reflexionar sobre las mismas preguntas clave. Aquí tienes una lista de comprobación para ayudarte a evaluar el impacto en tu negocio.
Impacto en el negocio:
- ¿Cuántos sistemas DJI posees actualmente?
- ¿Qué tan críticos son estos sistemas para vuestras operaciones diarias?
- ¿Cuál es tu presupuesto para posibles reemplazos?
- ¿Tienes sistemas de respaldo de otros fabricantes?
Plazos de adquisición:
- ¿Tienes pensado comprar nuevos sistemas en los próximos 12 meses?
- ¿Puedes permitirte esperar a que haya claridad antes de hacer compras importantes?
- ¿Necesitas asegurar el equipo antes del 23 de diciembre?
Pasos de cumplimiento:
- ¿Tienes documentación de todos tus sistemas existentes?
- ¿Están actualizadas las versiones de tu firmware y software?
- ¿Has explorado el Modo de Datos Locales u otras funciones de privacidad?
- ¿Entiendes el estado de autorización de la FCC de tu equipo?
Consideraciones sobre el manejo de datos:
- ¿Trabajas con datos sensibles o con contratos gubernamentales?
- ¿Necesitas implementar medidas de seguridad adicionales?
- ¿Te sientes cómodo con las prácticas actuales de gestión de datos?
- ¿Cambiaría una filial con sede en EE. UU. tu evaluación de riesgos?
Cada resultado tiene diferentes implicaciones. Pero las tres requieren que estés informado, planifiques con antelación y tomes decisiones basadas en tu situación única. La clave es evitar el pánico. Entiende los hechos. Y toma medidas prácticas para proteger tu inversión y tu negocio.
Impactos de una prohibición total y consecuencias para el mercado
Una prohibición total de DJI generaría consecuencias inmediatas y severas para el mercado estadounidense de drones. Esto no es una interrupción menor. Este es un escenario que transformaría toda la industria de la noche a la mañana. Y los efectos se sentirían principalmente los operadores que dependen de sistemas asequibles y capaces cada día.
Devastaría la industria de drones estadounidense de la noche a la mañana y crearía una brecha enorme que no se podrá salvar rápidamente.
Choque inmediato del mercado
Si no se pueden comercializar ni vender nuevos sistemas DJI en Estados Unidos, el impacto sería inmediato. Actualmente, DJI domina el mercado de drones tanto para consumidores como para consumidores. La empresa posee una cuota de mercado estimada del 70 al 80 por ciento en Estados Unidos. Millones de operadores dependen de los drones DJI para su trabajo y recreación. Eliminar DJI del mercado dejaría un vacío que ningún otro fabricante puede cubrir rápidamente.
Los operadores existentes se enfrentarían a incertidumbre. Las piezas y accesorios podrían volverse más difíciles de encontrar. Los servicios de garantía y reparación podrían verse interrumpidos. Y el valor de reventa de los equipos DJI usados podría caer drásticamente. Algunos operadores pueden intentar acumular sistemas antes de la fecha límite. Otros pueden entrar en pánico y cambiar a alternativas prematuramente. De cualquier manera, el mercado experimentaría un caos.
La brecha de precios y capacidades
El problema más serio es la diferencia de precio. La mayoría de los operadores privados de drones viven en el rango de precios de entre 1.000 y 5.000 dólares. Aquí es donde DJI ha destacado. Modelos como la Mini serie, la serie Air y la serie Mavic ofrecen características avanzadas a precios accesibles. Incluyen evitación de obstáculos, tiempos de vuelo largos, cámaras de alta calidad y modos de vuelo inteligentes. Estas características no son lujos. Son herramientas esenciales para los profesionales que utilizan drones para inspecciones, cartografía, realización de películas y agricultura.
Los fabricantes estadounidenses aún no han igualado DJI en este rango de precio. Skydio, por ejemplo, produce drones excelentes. Pero sus sistemas tienen un precio más alto. Se dirigen a clientes empresariales y gubernamentales. No están diseñados para el aficionado promedio o el propietario de un pequeño negocio. Otros fabricantes estadounidenses se enfrentan a desafíos similares. Aún no pueden producir sistemas con la misma combinación de características, fiabilidad y asequibilidad que ofrece DJI.
Esta brecha dejaría a miles de operadores sin opciones viables. Se enfrentarían a una decisión difícil. Paga mucho más por una alternativa doméstica. O dejar de volar por completo. Para muchas pequeñas empresas, ninguna de las dos opciones es sostenible.
Incapacidad a corto plazo para escalar
Incluso si los fabricantes estadounidenses quisieran cubrir el vacío rápidamente, no podrían. Escalar la producción lleva tiempo. Requiere inversión en instalaciones de fabricación, cadenas de suministro y formación de la fuerza laboral. Requiere pruebas, certificación y control de calidad. Estos procesos no pueden apresurarse sin sacrificar calidad o seguridad.
DJI ha pasado años construyendo su infraestructura. Cuenta con fábricas, proveedores y redes de distribución en todo el mundo. Produce cientos de miles de drones cada año. Los fabricantes estadounidenses aún no están a esa escala. Y no lo alcanzarán de la noche a la mañana. Una prohibición repentina crearía una escasez de suministros que podría durar años.
Posibles ganadores y perdedores
Algunas empresas se beneficiarían de una prohibición de DJI. Skydio es el ejemplo más obvio. La empresa ganaría cuota de mercado, especialmente en los sectores gubernamental y empresarial. Otros fabricantes estadounidenses, como Autel Robotics, también podrían ver una mayor demanda. Pero estas empresas tendrían dificultades para atender a todo el mercado. No tienen la capacidad de reemplazar el volumen de DJI. Y no ofrecen productos en todos los rangos de precio.
Los verdaderos perdedores serían los operadores. Las pequeñas empresas que dependen de drones para obtener ingresos se enfrentarían a costes más altos y menos opciones. Los aficionados perderían el acceso a sistemas asequibles. Los primeros intervinientes y las agencias de seguridad pública tendrían que encontrar alternativas rápidamente. Y el crecimiento general de la industria estadounidense de drones se ralentizaría. La innovación se resentiría. La inversión disminuiría. Y Estados Unidos se quedaría aún más atrás en un sector tecnológico que una vez lideró.
Consideraciones a largo plazo
A largo plazo, una prohibición de DJI podría tener efectos positivos si se gestiona correctamente. Podría acelerar la inversión en las cadenas de suministro nacionales. Podría crear incentivos para que los fabricantes estadounidenses innoven y compitan. Y podría fortalecer la seguridad nacional reduciendo la dependencia de la tecnología extranjera.
Pero estos beneficios tardarían años en materializarse. Y solo ocurrirían si el gobierno proporciona apoyo. Esto incluye financiación para investigación y desarrollo, incentivos fiscales para la manufactura y políticas que fomentan la competencia. Sin este apoyo, una prohibición simplemente crearía un vacío. Y ese vacío dañaría la misma industria que estaba destinada a proteger.
La conclusión está clara. Una prohibición total de DJI devastaría el mercado estadounidense de drones a corto plazo. Crearía un vacío enorme que no se puede llenar rápidamente. Y perjudicaría a los operadores que dependen cada día de sistemas asequibles y capaces. Este es el escenario que muchos en la comunidad de drones esperan evitar.
Conclusión, Llamamiento a la Revisión Basada en la Evidencia y Participación Comunitaria
La fecha límite se acerca rápidamente. El 23 de diciembre llegará pronto. Y aunque el futuro sigue siendo incierto, hay algo que está claro. Esta situación afecta a miles de operadores de drones en todo Estados Unidos. Afecta a pequeñas empresas, aficionados, cineastas, inspectores y primeros intervinientes. Estas son las personas atrapadas en medio de una partida política de ajedrez entre figuras poderosas e intereses en competencia.
Esto no va de tomar partido. Se trata de daros una visión general muy general y basada en hechos de lo que está ocurriendo y por qué.
Este artículo ha tratado los puntos principales. Hemos explicado cómo la FCC regula las autorizaciones de drones y equipos. Hemos examinado la mecánica de la lista cubierta y cómo funciona el mecanismo de prohibición por defecto. Hemos explorado la fecha límite de la NDAA y lo que significa para DJI. Hemos revisado las preocupaciones históricas de seguridad de 2017 y cómo ha respondido DJI. Hemos analizado la dinámica de lobby entre Skydio, DJI y otros actores. Y hemos detallado los tres resultados realistas y sus posibles impactos en el mercado.
La realidad es sencilla. El gobierno federal tiene preocupaciones legítimas sobre la seguridad nacional. Tiene sentido que las agencias gubernamentales se orienten hacia sistemas nacionales para operaciones sensibles. Pero los operadores del sector privado deberían conservar la libertad de elegir las herramientas que mejor funcionen para su negocio. Estas dos posiciones no son mutuamente excluyentes. Pueden coexistir. Y deberían estar separados en política.
Lo que falta en todo este debate es una revisión de seguridad formal, transparente y basada en la evidencia. Sin uno, las decisiones se toman basándose en suposiciones, presión política e intereses competitivos. Así no debería funcionar la política. Los operadores merecen ver los datos. Merecen saber qué riesgos son reales y cuáles son teóricos. Y merecen un proceso justo, abierto y basado en hechos.
La comunidad está dividida. Algunos soportan restricciones. Otros se oponen a ellas. Pero muchos de ambos bandos coinciden en una cosa. La necesidad de pruebas claras y una revisión adecuada. Esa revisión aún no se ha realizado. Y sin ella, el debate seguirá estando más impulsado por el lobby y la política que por pruebas sólidas.
Ahora es el momento del optimismo y la preparación. Mantente informado. Sigue las actualizaciones de la FCC, el Congreso y grupos industriales. Toma medidas prácticas para proteger tu inversión. Haz un inventario de tu equipo. Asegura los sistemas nuevos si los necesitas. Mantén tu firmware y las actualizaciones. Y documenta todo.
La comunidad de drones tiene voz. Úsalo. Comparte tus opiniones. Participa constructivamente en debates públicos. Proporciona pruebas si las tienes. Apoya políticas que equilibren la seguridad con la libertad de elección. Y animar a los legisladores a basar sus decisiones en hechos, no en el miedo.
Las apuestas políticas son altas. Pero los operadores atrapados en medio merecen algo mejor. Merecen transparencia. Merecen justicia. Y merecen un proceso que respete tanto la seguridad nacional como la libertad del sector privado. Ese es el estándar que todos deberíamos exigir a medida que se acerca el 23 de diciembre.